“Limpio, verde, natural y sostenible” se han convertido en los eslóganes y palabras clave de los productos para el cuidado de la piel en los últimos años. De hecho, la belleza limpia se ha vuelto tan vital para los consumidores y productores que algunas compañías como Credo tienen una extensa "lista sucia" de ingredientes que no aceptan. Pero la limpieza se extiende más allá de los ingredientes, ya que incluye:
A. Ser ambientalmente limpio. El empaque, el envío y los ingredientes de origen sostenible (y ético) son todos esenciales para reducir la huella de carbono y se han convertido en una parte esencial de la "belleza verde".
B. Contribuyendo a una sensación limpia de bienestar integral en su cuerpo y rostro. Algunos incluso sienten que saber cuán sostenible y ético es un producto, en realidad contribuye a la sensación de bienestar personal. Sin embargo, es importante comprender que lo natural no siempre es seguro (piense en el veneno de cobra) y los sintéticos no siempre son tóxicos. Encontrar ese equilibrio es fundamental para limpiar la belleza.
C. Higiénicamente limpio y fabricado y probado con los más altos estándares por científicos cosméticos (como lo hizo nuestro propio científico cosmético, Juan Carlos Salgado).
D. El término belleza limpia podría ser reemplazado por “veraz, honesto y justo”, como si fuera sincero con su transparencia, sea veraz en el etiquetado y el contenido y sea justo con los agricultores.
Green Beauty se refiere al uso de ingredientes naturales y envases ecológicos. Al no usar niveles o fuentes de ingredientes tóxicos (la toxicidad está en la dosis), la belleza verde encuentra el equilibrio de productos no tóxicos, seguros, naturales y efectivos. Esto incluso encaja en el "skinimalismo", que incluye tener un impacto mínimo pero beneficioso en su cuerpo y nuestro medio ambiente.